Internada, en un sanatorio, una mujer recibe una carta del hombre que ella ama: "Yo me casé, nuestra amistad permanece"
Lúcido, sobrio, preciso, el libro es su respuesta. Con el espíritu y una sensibilidad a pleno, avivados por su enfermedad, el insomnio y la proximidad de la muerte, el autor analiza que fue de su historia. Dibuja entonces el retrato de una mujer sensible, sincera, voluntariosa y de una extraña exigencia que, a fuerza de la pasión, preserva "un pequeño rincón que no vibra más", que observa, analiza, mide, juzga: "no es necesario estar ausente de su felicidad". Nacido en 1900, Marcelle Sauvageot, muere en enero de 1934
Lúcido, sobrio, preciso, el libro es su respuesta. Con el espíritu y una sensibilidad a pleno, avivados por su enfermedad, el insomnio y la proximidad de la muerte, el autor analiza que fue de su historia. Dibuja entonces el retrato de una mujer sensible, sincera, voluntariosa y de una extraña exigencia que, a fuerza de la pasión, preserva "un pequeño rincón que no vibra más", que observa, analiza, mide, juzga: "no es necesario estar ausente de su felicidad". Nacido en 1900, Marcelle Sauvageot, muere en enero de 1934
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