Un periodista de Septiemerang cuenta sus encuentros con Fanny Ardant. A mí me fascinó la extracción que él hizo de los pensamientos de la diva. Yo rescato una de sus frases, que me pareció fascinante: "Con esta idea de que si hubiéramos leído a Balzac o Flaubert, hubiéramos ganado tiempo en la vida", y concuerdo, totalmente, con su forma de pensar. El periodista nos cuenta su experiencia: "Mi encuentro con Fanny Ardant se deriva de una sucesión de casualidades, prolongadas por la voluntad inexorable de encontrar a la actriz. Dos breves entrevistas fortuitas con ella, luego una negociación con su agente de Artmedia, que finalmente generó una entrevista de una hora y cuarto, que giró alrededor de su infancia, del teatro y la literatura.Debate con una mujer apasionada, entusiasta y altruista, bien lejos de los clichés calificativos de fría y arrogante". Ella dice: “A partir de la infancia, luego la adolescencia, encontraba que todo lo que era bello debía pronunciarlo, un poco como cuando uno le dice a alguien ”escucha!” y decimos en voz alta algo que debíamos decir en voz baja. Me atraían las palabras, mucho más por el teatro que por la poesía, curiosamente. Todo esto es muy oscuro, incomprensible, cuando se tiene 14 ó 15 años, pero encontramos que la lengua es tan bella y los sentimientos tan fuertes, que no se puede esconderlos. En la ópera, los sentimientos son todavía más exaltados. Eso me decía mientras veía, entonces, que la verdadera vida, está allá, del otro lado de la barrera. Encontraba que en la ópera, a pesar de los mares de sangre y la evocación de la muerte estaba, a pesar de todo, la verdad, y que nos dedicábamos toda una vida a decir cosas, que los cantantes o los actores, decían en una hora y media. Me atraía bastante esta idea de vivir toda una vida intensamente durante una hora y media (…) No vivía en un ambiente que me predispusiera a hacer este oficio, pero mis padres adoraban la literatura y la música. Si no se realiza este oficio por razones válidas (es decir "porque le gusta, porque nos gusta“), eso se vuelve demasiado complicado. Comprendo pues las inquietudes de los padres cuyos niños quieren convertirse en artistas. Cuando quise convertirme en actriz, no pensé que era para mí una manera de rebelarme contra mi ambiente social. De cualquier forma, nunca he razonado en términos de ambientes, clase social, digo siempre ”1+1+1”: cada ser transporta en él su forma de vivir y su idea del mundo: sólo existe aquello que me interesa. No me gustan los clanes, las castas, ni les familles d'esprit. Quizá, a fuerza de haber vivido en mi ”ambiente“, vi sus cualidades y sus defectos, las cosas ridículas… Me daba cuenta aún más, por otra parte, de las ridiculeces de toda una familia, a través de la literatura, como si un libro o una película constituyeran así una clase de bumerán. Siempre pensé que se ganaba tiempo leyendo las novelas, puesto que nos ayudan a reconocer luego, en la vida, a los ladrones, a los hipócritas, a los absolutos, a los románticos. Con esta idea de que si hubiéramos leído a Balzac o Flaubert, hubiéramos ganado tiempo en la vida.“
Texto perteneciente a Septiemerang -Original en Francés - Fotografía de Skulphunterfire
Texto perteneciente a Septiemerang -Original en Francés - Fotografía de Skulphunterfire
Comentarios
Me encantó su frase, la que vos destacás, Mily. Ojalá fuera así. Y creo que en verdad es un poco y un poco. Se aprende de la lectura, pero se aprende de la experiencia de vida también.
Gracias por esta nota!!
Besos Ardantes!
Me identifico con la Ardant en estas cosas también. Piano, teatro y literatura, tres áreas maravillosas en las que viviría metida todo el día. Lo que ella expresa en la frase es verdad absoluta y uno puede ver la vida antes que otros en los libros. Cuánta gente ha vivido antes que nosotros y nos han dejado su vida para que aprendamos de ella. Ni hablar de los clásicos que además de enseñarnos, nos cultivan. Aprendemos no sólo a vivir, también a pensar, a escribir, a moderarnos, a refinarnos, a ver...
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