Ella es uno de los íconos franceses y, a pesar de ello, a los 64 años muestra una timidez muy infantil. Actriz discreta de la voz suave, ella festeja este año sus 40 años de carrera. Retorna en imágenes sus cuatro décadas de cine y de alfombra roja.
Ella que ha rehuido los plateaux de televisión y las entrevistas, ha brillado como nadie en la gran pantalla. El cine de Truffaut, Resnais o Costa-Gavras, la han honrado, ofreciendo su tez de alabastro y su cabellera morocha a la imagen. Fanny Ardant, un ícono del 7° arte completamente intemporal.
Originaria de una vieja familia limusina, Fanny Ardant viajó mucho durante
su juventud, el hecho de tener un padre oficial de caballería del padre trajo la
posibilidad de trabajar en las cuatro esquinas del mundo. Tal vez a eso se deba su acento peculiar, su voz suave y acariciante que no viene de ninguna parte. Comenzó a hacer teatro a los 20 años, a recitar Corneille, Racine o Paul Claudel.
Entonces, es el cine que le abre las puertas, poco a poco. Comienza a hacerse notar en 1976 en la película "Marie-poupée", ella seduce a François Truffaut en todos los sentidos del término. El hombre le ofreció el papel principal "La mujer de al lado" y "Vivement dimanche!", antes de ser su compañero.
Rápidamente, los realizadores tomaron a esta hermosa morena de la cintura. Alain Resnais ("La vie est un roman"), Costa-Gavras ("Conseil de famille") o incluso Sydney Pollack ("Sabrina") la vieron actuar.
Finalmente,
es con la comedia "Pedal suave", estrenada en 1996 que Fanny Ardant
alcanzó la consagración, que recibe el premio César a la mejor actriz. Más
tarde, ella tiene su entrada, junto a Catherine Deneuve (otro icono del cine
francés) y Ludivine Sagnier en "Ocho mujeres" de François Ozon, antes de
pasar por primera vez detrás de la cámara con "Cenizas y sangre", en
2009.
En enero de 2014, es con "Cadencias obstinada", su segundo largometraje que inicia su nuevo año. En total, Fanny Ardant, está cerca de 60 películas, veinte obras de teatro y muchas películas para TV. Y siempre el mismo apetito para la actuación.
Una lección de longevidad para encontrar en imágenes.
Nota Original PurePeople
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