Yann, estudiante provinciano, se enamora un día de un nombre: Marguerite Duras. Devora todos sus libros. Le escribe varias veces al día. Historia de una pasion que empieza con palabras. Cuando se encuentran por primera vez en Trouville, es como si se conocieran de toda la vida. La evidencia entremezclada de espanto lo arrasa todo: la diferencia de edad, el pasado de Yann y su deseo de poner fin a sus días. Ella no acaba de hacerse a la idea de ser la preferida. Le resulta maravilloso y al mismo tiempo insoportable. Como saben que sus días están contados, que la muerte persigue su suerte, reinventan el amor en presente. Y las palabras se hacen libros, éxitos planetarios. Y mientras llega la hora fatídica, ríen, lloran, aman, comen, charlan.... « Vayamos a tomar una copa, vayamos a escuchar « Capri, c’est fini », vayamos a Trouville a ver el mar y las gaviotas, vayamos a comer quisquillas, ostras. Sí, por qué no ! » Cualquiera podrá reconocerse en este amor, en « cet amour-là », que osci...