Es miércoles 28 de diciembre de 1983, J.A.V. del diario ABC de España, en su sección "Gente", escribe: "Cualquiera habría dado medio imperio por tener en la familia a una mujer como Fanny Ardant, prototipo de esas primas carnales resueltas, mundanas y eternamente solteras que se pasaban la vida entre cocteles ampulosísimos y cruceros por el Adriático. Hace cuarenta años habría formado parte de aquella deliciosa "troupe" de mujeres emancipadas, el contrapunto ideal a la invasión de vampiresas de camomila y saltos de cama de lamé y puntillas. Bien lo vio Truffaut, su último enamorado, quien en "Vivement Dimanche" la disfrazó de Katherine Hepburn o de Rossalind Russell y la soltó en medio de un marasmo de "gángsters" marselleses para descubrir el rastro de un halcón maltés que nunca existió. Se echaba de menos, claro, la presencia de un Cary Grant ingenuo y despistado, pero Trintignant, en su modestia, cumplía como un solo hombre. Los franceses, cuando la vieron por primera vez en la tele, en uno de esos seriales que cualquier tarde nos plantan aquí después del telediario, dijeron que parece italiana, lo que es casi un piropo según como se mire. Sería porque lejos de parecer una muñequita con malicia desprendía un aire de elegancia y seguridad, harto infrecuente, bien es cierto, en las "starlettes" de la "rive gauche". Lo que los franceses -con excepción de Truffaut- no han sabido ver en ella es su lado feroz, ardiente y salvaje, que se manifiesta principalmente cuando se desabotona el traje sastre y se atusa hacia atrás la melena. Entonces se convierte en una especie de fiera modelo "Vogue", capaz de quitar el hipo a cualquier ejecutivo de "alto standing". Fanny, que detesta comer y sólo le gustan los pasteles de chocolate, ha hecho cinco películas este año que ahora se extingue. Tiene treinta y cuatro años, dos hijos, un metro setenta y siete sobre el nivel del mar y todos los libros de Scott Fitzgerald en la biblioteca. Y, también, una filosofía vital muy acorde con los tiempos preapocalípticos que vivimos: 'Es preciso aprovechar todas las oportunidades porque mañana puede ser demasiado tarde'."
Es miércoles 28 de diciembre de 1983, J.A.V. del diario ABC de España, en su sección "Gente", escribe: "Cualquiera habría dado medio imperio por tener en la familia a una mujer como Fanny Ardant, prototipo de esas primas carnales resueltas, mundanas y eternamente solteras que se pasaban la vida entre cocteles ampulosísimos y cruceros por el Adriático. Hace cuarenta años habría formado parte de aquella deliciosa "troupe" de mujeres emancipadas, el contrapunto ideal a la invasión de vampiresas de camomila y saltos de cama de lamé y puntillas. Bien lo vio Truffaut, su último enamorado, quien en "Vivement Dimanche" la disfrazó de Katherine Hepburn o de Rossalind Russell y la soltó en medio de un marasmo de "gángsters" marselleses para descubrir el rastro de un halcón maltés que nunca existió. Se echaba de menos, claro, la presencia de un Cary Grant ingenuo y despistado, pero Trintignant, en su modestia, cumplía como un solo hombre. Los franceses, cuando la vieron por primera vez en la tele, en uno de esos seriales que cualquier tarde nos plantan aquí después del telediario, dijeron que parece italiana, lo que es casi un piropo según como se mire. Sería porque lejos de parecer una muñequita con malicia desprendía un aire de elegancia y seguridad, harto infrecuente, bien es cierto, en las "starlettes" de la "rive gauche". Lo que los franceses -con excepción de Truffaut- no han sabido ver en ella es su lado feroz, ardiente y salvaje, que se manifiesta principalmente cuando se desabotona el traje sastre y se atusa hacia atrás la melena. Entonces se convierte en una especie de fiera modelo "Vogue", capaz de quitar el hipo a cualquier ejecutivo de "alto standing". Fanny, que detesta comer y sólo le gustan los pasteles de chocolate, ha hecho cinco películas este año que ahora se extingue. Tiene treinta y cuatro años, dos hijos, un metro setenta y siete sobre el nivel del mar y todos los libros de Scott Fitzgerald en la biblioteca. Y, también, una filosofía vital muy acorde con los tiempos preapocalípticos que vivimos: 'Es preciso aprovechar todas las oportunidades porque mañana puede ser demasiado tarde'."
Comentarios
agree above ( sry ...got google translation only)
great early pic of FA still ^^
typhoon gone @ TW