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Fanny Ardant del otro lado de la cámara

Entrevista realizada por Lusa para DN Gente de Portugal. "Cendres et Sang", es el primer film de Fanny Ardant, que escribió esta historia, pensó cada movimiento de la cámara y filmó con el intenso deseo de ser protagonista, según dijo en la agencia de noticias Lusa. El primer film realizado por la actriz francesa, con estreno previsto en Portugal para el 7 de enero, sucede en un tiempo y en un lugar indefinidos, porque está hecha de cosas que nunca cambian. "Lo que cambia es la tecnología, la moda, pero no las cosas esenciales", dice Fanny, que lleva a una mujer y a sus tres hijos a un viaje al pasado del que nadie regresa incólume. "Para mí, lo esencial es el sentimiento de justicia, de venganza, de perdón, de amor, de mano extendida, de mano lanzada, los vínculos, los lazos familiares, los vínculos de odio. Cuando miramos el mundo siempre hay una guerra en algún lugar y nunca se sabe cuándo comenzó, un poco como las historias de la familia, nunca se sabe por qué las cosas empezaron. Son siempre historias oscuras, complicadas, lo importante no es comprenderlas, es retenerlas". Y por eso mismo Fanny Ardant explica: "No podía hacer una película optimista, y decir que todo anda bien. No, no podía. Por eso no sucede a los hijos lo que su madre tanto temía pero sí a la hija que representa la inocencia. Como si pudiésemos frenar una forma de violencia, pero un tejido que se rasga, se rasga siempre. Como un sueño utópico de pensar que el planeta pudiera vivir. Y es bueno que ese sueño exista." La historia surgió de una idea central de un cuento del escritor albanés Ismail Kadaré, "Esquilo, el gran pensador". "El dijo que en Grecia y Albania, nada había cambiado desde Esquilo" y Fanny se inspiró en una tragedia griega. Paulo Branco fue el productor que visualizó el proyecto. Luego vinieron las otras elecciones. Se necesitaba un lugar para una historia en la que el tiempo y el espacio no estén definidos, y se decidió por Transilvania, una región de Rumania, donde "la naturaleza, la tierra no ha cambiado desde el siglo XIX". "Actualmente no hay signos de modernidad en ninguna parte y no había, era como un mundo que no ha cambiado desde hace siglos", explica la directora.
"Quería algo elegante, pero que no fuera en un lugar preciso. Podría estar en el norte de Grecia o Italia, el Mediterráneo, Córcega, por eso vestí a los hombres de negro con camisas blancas, es un código que pertenece a muchos países". La elección de los actores también fue con un criterio, y es imposible no reconocer en los rasgos de Fanny Ardant en la protagonista, la actriz de Israel Ronit Elkabetz, una belleza mediterránea de mirar fuerte. "Necesitaba una actriz con un idioma extranjero que viniese de afuera, que no sea francesa". Pero ella es más que una mujer con acento sureño. Judith, como madre, es una figura emblemática, "de esas mujeres fuertes que son al mismo tiempo frágiles, una mujer que puede ser autoritaria, pero a quien le gusta la danza, la mujer que le dice a los niños que sean cuidadosos y después la primera cosa que hace es engañar y dar besos a los hombres. No quería una madre dolorosa, pero sí esas mujeres que inspiran la tragedia y son encantadoras." Los hijos de Judith nacieron en el país donde ella fue rodeada de reglas cerradas del pasado, y por eso son actuados por actores franceses. Los restantes actores del film son rumanos. Los movimientos de la cámara se han estudiado mucho en esta primera incursión de la actriz. Son danzados o rígidos, adecuados a la historia. Fanny Ardant habla sobre una construcción operativa, y subraya que hay secuencias que son homenajes a los cineastas favoritos -como la escena de los hombres en la estación de tren- "mucho Sergio Leone". El film está plagado de referencias a películas, pero sobre todo lleno de códigos. Fanny Ardant piensa que "las personas siempre están frente a una sociedad y cada sociedad tiene un código. Tenemos nuestro código civil, que tienen otro código, tenemos un código de conducta y el individuo es siempre considerado en relación con ese código."
Fuente DN Gente Portugal - ASD - Fotografía Mário Cruz - Lusa

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