Fanny Ardant estuvo en Brasil...

La diva del cine francés, Fanny Ardant, de 61 años, flaca y muy elegante, ha decidido participar en los asuntos políticos. La estrella del film "La femme d'à côté" dirigido por François Truffaut (casado con ella en la época de la filmación) ha llegado a Brasil en la última semana de mayo de 2010, para el lanzamiento de su cortometraje "Chimères Absentes".

Este film forma parte del proyecto "Then and Now - Beyond border and differences y en 2011, y es uno de los 14 cortos producidos por diferentes países, que aborda el tema de la integración entre religiones y cultura.

Ella misma ha elegido a los gitanos como tema. "Me gustan por causa de mi imaginación. Ellos eran libres. Nunca podrían estar presos. Después se tornaron simbólicos", dijo la actriz en una entrevista para el programa "Roda Viva" de TV Cultura (acompañada por la periodista de Guia de la Semana).

Después de trabajar frente a cámaras con grandes directores como Alain Resnais, Costa-Gravas, Antonioni y Ettore Scola, ella cuenta que le ha gustado dirigir. Su cortometraje es su segunda experiencia como director. La primera vez con el film "Cendres et Sang" exhibido en la muestra de San Pablo del año pasado.

La libertad es un tema que interesa a la actriz, a punto de hacerla emocionar al hablar sobre el asunto. "Cuando dije que era egoista es porque viví en un período del feminismo sin ser feminista. Estaba en medio de hombres maravillosos, donde podía expresarme y hacer mis propias elecciones", explica antes de la grabación del programa, interrumpida por algunos instantes para que ella se recupere de su emoción.

Usando un vestido negro, marcado por un cinturón en la cintura, combinado con medias de red, Fanny no descuidó su pequeña cartera oscura y dorada, ni cuando estaba en el centro del programa haciendo la entrevista.

El último film brasileño que ella vió fue "Abril Despedazado" del director Walter Sales, basado en el libro homónimo del autor albanés Ismail Kadaré, de quien Fanny dice gustar mucho. Ella afirmó que las producciones extranjeras no viajan demasiado ni tienen mucho tiempo en los cines cerca de su casa, en el barrio bohemio Quartier Latin, en París. "Por eso, los festivales de cine son tan importantes", explica a los entrevistadores de Roda Viva.

Un par de días que estuvo en San Pablo, la musa vio poca cosa de la ciudad. Pero quedó impresionada por los árboles de aquí. "Ellos van a ganar de pie", afirmó a los periodistas encantada. De la guía de la semana, la actriz dice no saber nada. "Después de llegar, fui directo a la cama por causa del jetlag". La única experiencia de la estrella francesa fue una fiesta privada sobre la cual no quiso dar detalles.