Hoy domingo fui al supermercado como todos los domingos. Pero no fue un domingo más como todos los domingos en un supermercado. Este domingo fue distinto. Primero fui a votar. Hoy se votaba Intendente para la Ciudad de Buenos Aires y voté. Cuando salí del lugar, una amiga se ofreció a acompañarme y nos fuimos de compras. Entre risas de la vida, pasos aletargados por los transeúntes, hablamos de la política, de lo linda que es nuestra ciudad y que no la cuidamos, de que ya no veo como antes, de que mis anteojos son feos, de esto y de lo otro, terminamos, casi sin darnos cuenta, en "Carrefour", mi supermercado de todos los domingos. Después de comprar algunas cosas, de lo que no habíamos planeado comprar y de lo que había que comprar y no compramos, mi amiga se dirigió a una caja. Yo estaba detrás de ella entretenida con las nuevas botellitas de Coca Cola redondas. Le pedí que fuéramos a una caja donde hubiera menos gente. Me respondió que quería quedarse allí porque la cajera...