"Leer y no recitar. Leer para poder encarnar los personajes de una novela y no los de una obra teatral. Un diálogo sin guión, un dúo sin duelo. Es Lambert Wilson que se lanza y todas las frases del autor se vuelven suyas. Seguramente porque es una historia de hombres, porque los oye hablar. Personifica a Samuel y Alexandre con la entonación que se esperaba al leer esta novela. Nada lo choca, ni lo trastorna, las palabras danzan sobre sus labios, tanto lo más sensato como lo más impúdico. La impertinencia de Alexandre le canta en lo más bajo de la garganta, la inocencia de Samuel le despierta su agudos. Wilson no lee ya su texto sobre los largas tablas oscuras del Bouffes du Nord, sino comparte una copa de champán con dos amigos. Sentado sobre la arena fría, lo comtempla también una noche sin estrella, esperando entrever el sol de medianoche. Luego es Fanny Ardant que debe proseguir, como un intrusa entre tantos hombres. Ella no encarnará, comenzará a leer “a Samuel y a Alexandre”. Son antipáticos, no la dejan acercarse, la desafían divertidos porque ella lo intenta. Vuelven en torno a ella, como dos sucios chiquillos que abuchean a una nueva muchacha en el patio del recreo. Cuando les escapa. No tienen nada en vista: Fanny Ardant los abraza. ¡En primer lugar enrojecen, porque no es tímida realmente y porque los besos de Fanny Ardant son inquietantes obviamente! Buenos jugadores, Samuel y Alexandre se dejan aprisionar como dos muchachos fáciles. Luego se dejan embriagar por esta voz, esta divina y trastornante voz.
Tras el recreo, la mano pasa a las mujeres, ella y Jeanne. Ella es Jeanne. Es todas las mujeres junto a todos los hombres. Mientras que, tímida, humildemente, debe responder a los aplausos, Francis Leplay abraza a Lambert Wilson y Fanny Ardant con las manos que tiemblan, el corazón inflamado y miles de gracias que llenan su boca"... Agradecimientos a Gwendoline Sauval y a su maravilloso Blog "Histoire d'écrire"
Comentarios
Aha, parce qu'oui...
¿Así se dice en francés "parece que sí" o "así es"?
Bisous